Dios nunca llega tarde
Versículo: Habacuc 2:3 – “Aunque la visión tardare, espérala; porque sin duda vendrá, no tardará.”
Reflexión: La espera puede cansar, pero el tiempo de Dios es perfecto.
Aplicación: Confía en que lo que Dios prometió llegará, ni un día antes ni un día después.